martes, junio 23, 2009

Vecina

Es la primera vez que lo hago y no pude evitarlo.

No hace mucho que vivo en esta nueva casa, la mudanza no fue tan complicada como lo pensé en principio, afortunadamente la talacha fue mayor a la logística para llevarla al cabo. Fue días después de haber concluido la mudanza cuando la ví por primera vez.

Estaba en la terraza del balcón que da a la calle acomodando las últimas cajas vaciando sus contenidos y así aprovechar el espacio para después colocar ahí mismo una mesita y un par de sillas para, eventualmente, disfrutar del atardecer cuando de pronto sucedió: nuestras miradas se cruzaron en un fugaz momento que sentí mágico.

Lo supe desde ese mismo instante, la vecina me había cautivado con sus ojos inmensamente negros y esa mirada enternecedora pero hipnótica que me hizo tener sensaciones que estaban empolvadas en algún rincón de mi ser y que gracias a ella renacían en una esplendorosa vorágine sentimental.

El atardecer siempre era más agradable cuando estaba ella, pero debía tener cuidado para que mi esposa no se acercara cuando ella estaba presente, me resultaba mas que obvio que su sola presencia la incomodaba y prefería irse y con ella se iban mis alegrías recientemente reencontradas.

Un día la encontré más paciente que de costumbre y su mirada era aún más profunda que cuando la conocí. Intrigado, un día decidí esperarla lo más cerca de su casa como me fue posible, lo hice furtivamente para evitar despertar sospechas propias y ajenas, pero me llevé una sopresa cuando descubrí que ella estaba esperando bebés. Mi alegría se desbordó al darme cuenta por mí mismo de lo que acontecía. Entendí que ella jamás me lo diría, pero yo tampoco podía hacer otra cosa más que simplemente ser un espectador de sus vidas; pero eso no era suficiente para mí, era mi deber y mi nueva obligación hacer algo más, por lo que decidí convertirme en su protector. Era lo menos que podía hacer por sus bebés después de todo lo que había pasado con ella.

Pero un día, justo cuando comenzaría mi nuevo rol en la vida, simplemente desaparecieron. No se que sucedió con ella, ni con sus bebés. No la he vuelto a ver desde hace ya mucho tiempo. La extraño, me hubiera encantado poder verla como madre devota conmigo a su lado aunque fuera en las sombras de su existir, ver crecer a los bebés y algún día haberlos visto independientes y sobre todo verlos partir ya realizados y con su destino marcado en la vida. Pero no fue así.
Frecuentemente creo verla en otras, pero cuando esos otros ojos me observan, ninguno ha tenido aquel brillo y esa curiosidad que tenían los de mi vecina y que fueron la causa de haberme cautivado desde un principio.

Mi vecina con su mirada tierna y cautivadora

Los bebés

Su casa vacía


Por cierto... lo he hecho de nuevo. Tengo una nueva vecina, tiene un departamento de tipo penthouse loft en nuestra misma casa, podemos vernos mas seguido y es menos quisquillosa. Pero ahora no lo hago furtivamente, esta vez lo he compartido con mi hija desde el principio y seguiremos hasta el final....o al menos hasta que mi vecina quiera.





















Esto me ha dado pie para sentir, una vez más, que no debo abandonar las esperanzas.

viernes, junio 19, 2009

So close

Nowadays I'm so close of becoming a wreck of me.


Hope is what I've left behind because hope only extends the pain...

...and it's so fucking painful.

miércoles, junio 17, 2009

Hoy inicio



Hoy acabo de iniciar un experimento social.


Por el momento no les adelanto ni el objetivo, ni la razón... pero, en grosso modo, se trata de escribir.






Update: Muchas gracias a todos por los comentarios que han vertido en esta entrada. El experimento es un blog nuevo, que será temático y lo haré con pseudónimo. Los resultados serán a muy largo plazo.

domingo, junio 14, 2009

Los detesto

Con ganas de interrumpir al interlocutor en turno con una sonrisa socarrona cada vez que con sus voces replican, cual campana en catedral, las frases:

  • "hoy por hoy": dicho frecuentemente por alguien que esta seguro del argumento que procede a la fracesita, Ej.: "hoy por hoy soy una persona más segura".
  • "pian pianito": la dice aquel individuo que requiere/recomienda paciencia o lentitud en el actuar. Ej.: "pian pianito vamos avanzando en el proyecto".
  • "sabadaba": Se dice con ocasión de una cita en sábado cuyo objetivo lleva implícito algún tipo de diversión. Para los asuntos serios siempre será Sábado y no sabadaba. Ej: "El sabadaba nos vemos en la fiesta".

Pero casi siempre la ocasión no lo amerita y por no vomitarles el improperio me trago sus frasecitas y me indigesto de profesores que, clase tras clase, insistían con ahínco en la eliminación de muletillas y demás modismos con base en la coerción de las calificaciones individuales.

Pero la que se lleva las palmas es la frase de la frustración:

- "...pero bueno": esta frase siempre va después de una muy breve explicación de un supuesto cuya característica es el aparente perfeccionismo de quien la dice. Frecuentemente continúa con el hilo principal de la conversación. Ej.: "es que si los policias hicieran bien su trabajo esta situación no estaría así...pero bueno; entonces mejor le hacemos así..."

Los detesto... (no a ustedes, solo a quien usa estas frasecitas)

lunes, junio 08, 2009

Domingo 7

Acaba de terminar este famoso día.

Espero desde lo mas profundo de mi ser que el adagio no se haga realidad para muchos desafortunados y poco previsores adolescentes y ahora también pre-adolescentes.

La frase la escuche por primera vez en mi etapa de estudiante de secundaria cuando en un parque bajo la agradable sombra de un árbol, con una novia después de un momento apasionado con el uniforme escolar puesto ella me dijo, "mejor ya vamonos, no sea que vayamos a salir con nuestro Domingo 7, mejor lo planeamos". Por supuesto nos fuimos porque pensé en ese momento que la frase era un indicativo de que ya era tarde para llegar a casa, aún cuando no había pasado mas de media hora después de la salida de la escuela matutina y planear mejor nuestra salida era su consejo.

Recuerdo de mi adolescencia, quizá a los 18 años, un amigo mío me visitó en casa un sábado por la noche y me sonsacó -como siempre lo decía mi madre- para convertirnos en noctámbulos y como depredadores deambular por las penumbras de algún antro donde podríamos intentar saciar nuestra hambre de carne humana y sed de ¿sangre?, jeje ¡no! más bien de saliva femenina, según lo decía mi amigo cada vez que nos subiamos a su auto con la intención de ir a ligar agregando que la saliva femenina era el elixir que hacía de su vida un existir más placentero y pasadero.

Después de las despedidas en la puerta de mi casa y las recomendaciones de precaución y prudencia, llegaba invariablemente la frase: "cuídense bien y no vayan a salir con su Domingo 7". La frase entraba por un oido y salia por el otro al no encontrarle sentigo alguno mas allá del "cuídense" puesto que en casa mis padres siempre fueron muy claros en el proceso educativo, incluído por supuesto el sexual, de manera que, para mi, el remate de "Domingo 7" era un sinónimo oral de una pata de conejo o un
ojo de venado que nos protegería, cual persignada, de los peligros naturales de la vida nocturna.

Yo seguía sin saber su significado.

La connotación de la frase la entendí de voz de otra novia que me la explicó detalladamente in situ cuando la mencionó y la cuestione al respecto; después de eso finalmente le dí forma a todas aquellas ocasiones que la había escuchado anteriormente; aunque todavía hoy desconozco su verdadero origen.

Dice el vox populi que las niñas "maduran" antes que los niños. ¡Caray! ojalá me lo hubieran explicado antes de aquel momento pseudo-pasional en el parque, ¿capisce?.

sábado, junio 06, 2009

El Primero

Mi primer libro.

Lo recuerdo muy bien y sé que aún lo conservo, debe estar guardado por ahí metido en alguna caja arrinconada en la covacha de la azotea de mi casa donde he guardado tiliches y memorias mil... ¿o es en la de casa de mi madre donde hay otras tantas cosas protegidas de la interperie en un estado de letargo en espera de que pronto volvamos a descubrirlas? no se realmente, pero no olvido ninguno de sus detalles y siento que sigue ahí.

Era grueso, o al menos mis pequeñas manos de niño de 3-4 años así lo sentían, grande en tamaño carta, con la portada en un rígido cartón que al tercer día se dobló por la esquina inferior izquierda cuando por un descuido mío me senté sobre él. El título en la portada con letras rojas en tipografía con patines contrasta con lo amarillo del fondo, también un azul celeste contrastando con el azul marino divididos solo por un blanco espumoso y dos enormes gráficos al centro le dan un dramático toque de aventura, un barco de vela con la palabra Pequod en el costado de su quilla y la enorme ballena blanca saliendo del mar en un intento de amenaza son los elementos que centran la mirada a lo largo y ancho de la portada a pesar del nombre Herman Melville escrito en letras negras a lo largo del borde inferior.

Moby Dick fue el primer libro que me regaló mi padre.

Cada seis páginas tiene una ilustración alegórica a la historia y la que más me gusta es una que esta casi al final del libro donde Ahab, el capitan del Pequod, esta con su pata de hueso de ballena parado en la proa del navío estirando la mano con el puño al aire maldiciendo a su blanco némesis de quién solo se observa la cola en alto.

Cuando teminé de leerlo por primera vez, quisé ser Ismael y tener un amigo como Queequeg. Fué tanto el enigmático gusto que se generó en mi por el océano que mi padre compró la Enciclopedia del Mundo Submarino de Jacques Cousteau en su primera edición de 1977.

Más de una década después, cuando tuve la edad suficiente, me volví buzo y en alguno de mis viajes fuí al puerto de Ensenada en Baja California. El grupo con quien iba decidió hacer un par de inmersiones en un bosque de algas gigantes que se localiza a mas de una hora de viaje en lancha. Durante el viaje vimos varias ballenas y de pronto una saltó, era un cachalote que, aunque no era blanco, hizo que la imagen de la portada de mi primer libro llegara instantáneamente a mi mente llenándome de recuerdos que llevé conmigo durante esos buceos.

Sobra decir que sigo siendo fanático de la ballena blanca y realmente me gusto la producción para televisión realizada en 1998 por Hallmark Channel, pero definitivamente no habrá otra que supere a Moby Dick: La Ballena Blanca de 1956 con Gregory Peck en el papel inmortal de Ahab.